miércoles, 28 de julio de 2010

Los Trastornos Mentales y la atención que reciben. Primera parte. #17.

La amplia variedad de significados y contenidos del presente tema, nos obliga a explicar (de manera modesta) lo mucho y variado que puede significar el término 'trastorno mental'.

Puede referirse a una condición aguda y pasajera como por ejemplo un estado emocional alterado secundario a un enojo menor o mayor y que provoque cambios significativos en las reacciones que las personas tienen en la vida cotidiana; a los cambios de actitud y/o conducta secundarios a el empleo de alcohol u otras substancias psicoactivas; puede también referirse a entidades estructuradas y nosológicamente descritas que engloben características permanentes (aunque sujetas a determinados cambios y variaciones) como por ejemplo los llamados 'trastornos del carácter o de la personalidad'; y también los cuadros crónicos de diversos padecimientos evidentes o no que cualquier persona pueda padecer.

Asimismo puede ser una palabra usada de modo social para describir actitudes o acciones particulares de alguna persona y que resultan difíciles de comprender o que en ese momento son reacciones impulsivas y con poca reflexión realizadas por la persona en cuestión, refiriéndonos entonces a la frase popular de 'estar trastornado'.

Parece que esta palabra toma diferentes acepciones dependiendo no tanto de lo que suceda o se observe en alguien, sino de 'quien la utilice', sabiéndose que no es igual que una madre le diga a un@ hij@ "parecés trastornado", a que un profesional de la Salud Mental anote ... se trata de una persona que padece ... un trastorno mental.

En esta ocasión haremos un recorrido por el tema desde el punto de vista de los trastornos mentales estadística y científicamente observados, y su relación con la atención de los mismos que se hace en el mundo entero.

Sabemos que lamentablemente la atención que se ofrece en servicios de salud mental en la mayoría de países, no guarda proporción con el daño y sufrimiento que causan; tanto a la persona en sí, como a sus familias y a la comunidad en general que recibe una carga de individuos erráticos, mal orientados y poco efectivos en sus procesos de desarrollo, avance y eficiencia en la búsqueda de la felicidad y el progreso.

Carentes de estadísticas apropiadas y actualizadas, en primer término, se desconoce con exactitud tanto la cantidad de personas con necesidades de atención, así como la influencia que tales desajustes inciden en la familia y la sociedad.

Es conocimiento popular que en toda institución, familia, o en cualquier grupo humano existen personas afectadas con el tipo de vida que estructuran; esto repercute indudablemente en el desempeño de sus labores y en general en las relaciones que se mantienen entre todos, no obteniendo la ayuda que necesitan en la mayoría de casos pues no se cuenta con los recursos ni la dirección para buscar la ayuda que se requiere.

Siendo que las estadísticas más importantes para la información de salud son aquellas que reflejan muerte y violencia; y siendo las enfermedades y los trastornos psiquiátricos poco 'mortales' en un sentido descriptivo y estadístico, no son considerados como importantes en los reportes, sabiéndose que incluso existen en los servicios de atención el hecho de pensar de que "como son cuestiones psicológicas", entonces no ameritan mayor atención...

Recuerdo en mis años de labor hospitalaria en nuestro país Guatemala el uso de las siglas DNV (Distonía Neurovegetativa) para describir (de modo totalmente empírico) los trastornos psicológicos y/o emocionales, que eran discriminados (más por ignorancia y desconocimiento de cómo actuar para atenderlos), siendo manejados de modo ineficiente y hasta cruel por la manera poco técnica de afrontarlos.

Este es solamente un ejemplo de la forma como los trastornos psicológicos son derivados hacia 'ningún lado', pues podemos comprobar que en nuestro medio (que no difiere demasiado cuando vemos estadísticas mundiales) la manera como se manejan estos problemas en escuelas, colegios, universidades e instituciones de todo tipo por las personas responsables en la mayor parte de los países, naturalmente siendo 'más' deficiente entre los pertenecientes al 'código' de "en vías de desarrollo".

"En el Informe sobre el desarrollo mundial 1993, ... se estima que los problemas de salud mental en todo el mundo producen un 8,1% de la carga global de la mortalidad (CGM), medida en años de vida ajustados en función de la discapacidad (AVAD) perdidos, tributo mayor que el impuesto por la tuberculosis, el cáncer o las enfermedades del corazón. La carga de los trastornos neuropsiquiátricos varía de 3,4% en los países al sur del Sahara a 8% en China y en la región de América Latina y el Caribe. Se estima que en el grupo de adultos de 15 a 44 años de edad el 12% de la CGM se debe a trastornos neuropsiquiátricos; si a estos se agregan las "lesiones autoinflingidas voluntariamente" la CGM total para mujeres asciende a 15,1%; y para los hombres a 16,1% [Banco Mundial, 1993a.]. De las enfermedades consideradas, los trastornos depresivos, las lesiones autoinflingidas, las enfermedad de Alzheimer y otras demencias y la dependencia al alcohol causan la carga más grande. Siguen en orden de importancia la epilepsia, psicosis, farmacodependencias y trastornos de estrés postraumático (TPPT).
Tomado de publicación de la Organización Panamericana de la Salud, 1997.

Finalmente en esta primera parte dejaremos anotada la observación de la poca formalidad con la que los trastornos emocionales son considerados por las sociedades hasta el extremo de dudar si los desajustes psicológicos y los cuadros psiquiátricos son 'en verdad' enfermedades... lo que no facilita un abordaje serio y responsable que permita brindarles la atención que requieren. Continuaremos en una segunda parte.

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