La situación de los países como productores de riqueza no ha sido llevada de modo estable para todos, siendo los ambientes menos estructurados o bien los peor administrados los que llevan la peor parte, sin olvidarnos de cierto estancamiento global e influencias de orden general como los movimientos de desajustes económicos padecidos por la mayoría de las economías del globo, que han afectado con más severidad las capacidades de producción y buen desempeño de los menos preparados.
La influencia de las diversas crisis económicas es evidente y ha puesto en escena que, regiones como el Asia Oriental y Sudoriental han evidenciado que condiciones favorables en su productividad y capacidad de exportación, estabilidad política y considerables oportunidades educativas han sido el bastión de su desarrollo a pesar de las condiciones adversas a nivel mundial.
Entendemos entonces lo determinante que resulta para nuestros países considerados "en vías del desarrollo", la urgente reflexión al respecto de tomar medidas correctivas en tales rubros en los que la atención gubernamental no resulta por ahora efectiva ni suficiente como es el aspecto relacionado a la educación de las personas, jóvenes y adultas; a la pronta implementación de recursos destinados a las escuelas deficientes en estructura, a no permitir docentes politizados y a implementar programas de "educación continua", a ofrecer facilidades para desarrollarse y comprender así cómo aplicar novedosas y actualizadas tendencias pedagógicas con la premura que se requiere, premiar el interés dirigido a desarrollar programas originales aplicados adecuadamente a las poblaciones comenzando por respetar el uso de lenguajes propios de cada etnia por los niñ@s y educandos adultos así como el respeto que estos personajes requieren para un aprendizaje apropiado y que de otra forma repercuten directamente en el bajo rendimiento al pretender (aún ahora con cifras mínimas porcentuales) acceder a los niveles educativos de las Universidades que al también algunas permanecen estancadas en figuras y hábitos anticuados en el enfoque aplicado hacia los alumnos que generalmente reciben un bajo nivel de "academia", viciada por una cierta tendencia lenta en desarrollo, políticas educativas también a niveles alarmantemente conservadoras y muy lamentablemente dirigidas hacia otros beneficios desvirtuados y hacia la irresponsable transmisión de bajo nivel académico en los estudios transmitiendo muy poca disciplina y respeto para con los alumnos, en general también hacia los catedráticos y hacia el sistema educativo en general.
Podemos fácilmente comprender que el punto desarrollado este día sobre las condiciones de vida debería de ser contemplado de modo global e integral incluyendo principalmente una rigurosa y avanzada política educativa, una coordinación depurada entre autoridades, colegios y universidades que a estas alturas ignoramos a ciencia cierta quien debe moderar y supervisar del modo requerido para exigir altos rendimientos en tan importantes instituciones que al parecer avanzan a la deriva creando programas o carreras sin contar con los requisitos que justifiquen adecuadamente las supuestas metas trazadas y mucho menos contando con los recursos docentes, ambientales, y didácticos idóneos para tan trascendente actividad.
Es así que consideramos oportuno señalar la urgente necesidad de una revisión seria, realizada por individuos capacitados e interesados auténticamente en el tema, así como comprometidos con nuestros intereses nacionales hacia nuevos enfoques educativos que a un plazo perentorio permitan un cambio de actitud hacia la trascendente actividad de la educación en nuestro medio empobrecido y orientado hacia metas muchas veces distintas a las requeridas para preparar estudiantes y profesionales capacitados para coadyuvar conjuntamente con las políticas gubernamentales hacia un mejoramiento de las condiciones generales de vida basadas en una más libre existencia favorecida por mejores condiciones de instrucción y entendimiento.
Las soluciones y respuestas para un apropiado desarrollo están mostradas por los que han resuelto los problemas económicos mejorando la educación, la exportación de productos basados en políticas ágiles y no entorpecedoras con procesos burocráticos y anacrónicos aunados con garantías de seguridad de inversión y estabilidad de reglas comerciales que garanticen a los inversionistas un juego con normas limpias y sin modificaciones constantes que desaniman, para poder en conjunto avanzar en este mundo en el que sólo los mejor preparados logran continuar creciendo mientras que otros menos exitosos se regocijan en la actividad improductiva y el desorden.
Nuestro panorama puede mejorar; requiere de la participación responsable de todos y cada uno de los ciudadanos realizando nuestras actividades de modo acorde con las necesidades y exigencias de nuestro mundo global. Otros lo logran, aunémonosles!